Un equipo femenino de natación se niega a competir contra el hombre biológico “Lia Thomas”, lo declara injusto y le prohíbe participar permanentemente.

Una decisión impactante sacudió al mundo deportivo: el equipo femenino de natación de Fairview, Pensilvania, EE. UU., se negó simultáneamente a competir con Lia Thomas, una nadadora de trampolín que anteriormente se había convertido en una figura controvertida en las competiciones femeninas. El incidente ocurrió el 13 de marzo de 2025, poco antes de una competencia regional de natación programada, cuando los miembros del equipo declararon públicamente: “Esto es justo”. El equipo no se detuvo allí; Dieron un paso más: se abstuvieron permanentemente de competir con ella en futuras competiciones, a pesar de las reglas vigentes de la Federación Nacional de Deportes de Escuelas Secundarias (NFHS). Esta medida catapultó rápidamente el debate sobre la imparcialidad en los deportes a un nuevo nivel.

La decisión del equipo de Fairview se debió a la insatisfacción creciente. Lia Thomas, nacido varón y reasignado antes de competir en la categoría femenina, había batido récords de natación en la Universidad de Pensilvania en 2022, lo que desató una ola de controversia sobre las ventajas biológicas. El equipo femenino de Fairview, liderado por la capitana del equipo, Sarah Mitchell, argumentó que la participación de Thomas en los eventos femeninos privaba a otros atletas de una oportunidad justa. “Hemos dedicado toda nuestra vida a competir en igualdad de condiciones y no perder solo porque alguien tenga una estructura física superior a la de un mapa”, declaró Mitchell con firmeza durante una breve conferencia de prensa. La decisión del equipo de imponer una base permanente fue aclamada y apoyada por padres y algunos entrenadores locales.

Las reacciones de la comunidad deportiva y del público fueron feroces. Las etiquetas #FairviewSwim y #LiaThomas se usaron ampliamente en redes sociales. Algunos elogiaron al equipo de natación por su compromiso con la justicia, mientras que otros lo criticaron por estigmatizarlo y por su falta de deportividad. Algunos padres del equipo de Fairview criticaron duramente a las chicas, enfatizando que su compromiso no era con Thomas personalmente, sino con la justicia. El representante de Thomas calificó la situación de “discriminación flagrante” y solicitó la intervención de la NFHS. Sin embargo, la asociación permaneció en silencio, lo que permitió que las tensiones se intensificaran aún más.

Este incidente no solo afecta a Fairview, sino que ha reavivado el debate sobre la regulación de las atletas de trampolín en los deportes femeninos. Las chicas del equipo declararon estar dispuestas a enfrentar consecuencias, incluyendo la sospecha de competir, para defender sus creencias. “No odiamos a nadie, pero queremos que se escuche nuestra voz”, explicó Mitchell. Lia Thomas, por su parte, aún no se ha pronunciado directamente, pero su equipo legal está preparando una demanda. Con la competencia de natación pospuesta definitivamente, es probable que este caso se alargue, lo que representa un desafío significativo para los organismos gubernamentales para lograr un equilibrio entre la imparcialidad y la exclusión. Una cosa es segura: la decisión de Fairview ha abierto un nuevo capítulo turbulento en la historia del deporte.

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